¿Y las series españolas?

En prácticamente la totalidad de blogs dedicados a las series, incluído éste, se dedica un pequeño o ningún porcentaje de las entradas a hablar de las series españolas. Y en este día caluroso de agosto, yo me preguntó el por qué. Sigo muchas de las series españoles de ahora y de siempre, pero ninguna de ellas me ha llegado a enganchar tanto como Friends o Expediente X, por poner dos ejemplos. Si me pierdo algún capítulo, no pasa nada; ahora como me pierda uno de House ya estoy en internet buscándolo. No sé si es acertado decir que son mejores, pero es que aunque queramos negarlo, las series extranjeras, especialmente las americanas, tienen puntos a su favor que no tienen las españolas. Quizás también tiene algo que ver el hecho de que nadie es profeta en su tierra y más en España, por lo que todo lo que se hace aquí se le tacha de malo y chabacano. Dejando al margen esta cuestión, sí podemos identificar algunos problemas en las series españolas.

1.- Duración excesiva: La mayoría de las series españolas duran basntante más de una hora, con anuncios incluso 2. Es un metraje excesivamente largo para un capítulo, a diferencia de EEUU en la que sus series se dividen por su duración: 20, 30 o 40 minutos. Son suficientes para contar la historia y si en algún caso la trama lo requiere se hacen dos capítulos. En cambio, los capítulos españoles se caracterizan por dar vueltas siempre a lo mismo lo que provoca una mayor duración y esto un gran malestar al espectador.

2.- Su fijación por ser el nosequé a la española. La gran parte de las series españolas son una clara copia de series norteamericanas (Hospital Central y Urgencias; RIS y CSI). Si bien a veces es inevitable la comparación, se debería procurar por pensar con ideas que hagan las cosas más creíbles.

3.- Todo es para ayer. La ficción española se suele preparar con poco tiempo de antelación, mientras que en EEUU la idea se madura con tiempo. No se cuidan los contenidos desde el principio de la idea. Es más, siendo los guiones de una serie el pilar fundamental de la misma, se invierte muy poco en ellos. Tienen que ser escritos con muy poco tiempo de antelación, lo cual hace que se acuda a gags o escenas de otras series y esto repercute en las tramas.

4.- El público al que va dirigida. Las series españolas se caracterizan por ser familiares, mientras que las americanas van dirigidas a un concreto target o sección de la población. En todas las series, tenemos a los mismos personajes: el chico guapo, la chica mona, el padre troglodita, la madre neurótica, el abuelo que abarca todo, el/la amigo ligon/a, el chico feo, pero simpático, el niño travieso y me podría alargar mucho más. No se hacen series pensando en el público al que van dirigidas. Todas las series tienen que ser vistas por la familia en conjunto, porque eso asegura una buena audiencia y en consecuencia, un buen éxito. Craso error. Si bien, parece ser que esto en los últimos años va cambiando pero aún nos queda mucho por avanzar.

5.- Y finalmente, los actores de la pequeña pantalla. Los actores de televisión se han visto denostados como si fuesen delincuentes, por lo que las series se nutren de gente con poco talento o cuyo talento ya está más que explotado. Si una idea es buena, aunque los actores sean desconocidos, seguirá siendo buena. Y además en cuanto se emita, ya serán conocidos. Busca un buen plantel de actores, que te seduzcan, independientemente de su nombre porque hay buenos actores en España.

En definitiva, la ficción española no es ni mejor ni peor que otro tipo de series. Pero no llegan a enganchar al público con la misma facilidad que otras, salvo contadas salvedades. Los problemas comentados son muy generales y siempre habrá excepciones, pero son 5 puntos muy a tener en cuenta a la hora de hablar de las series españolas.