Ya hablé de Jane by Design cuando finalizó la primera parte y ahora que ha acabado la primera temporada la vuelvo a traer para contaros mis impresiones. Emitida la primera parte de la temporada en primavera y la segunda en verano, ha finalizado sólo con 18 capítulos por lo que las que las seguimos nos quedamos muy sorprendidas con ésta noticia, ya que todas esperábamos que finalizase con los habituales 20/22 capítulos.
Mientras la primera parte de la temporada es coherente y bastante completa con tramas bien hiladas, la segunda tiene un comienzo en la misma línea, luego se pierde con unos capítulos intermedios (culpa de Teri Hatcher para que nos vamos a engañar) y finaliza con un episodio acelerado y precipitado en el que son muchas las cosas que intenta cerrar, aunque también deja varios interrogantes obvios para una hipotética segunda temporada (a día de hoy, no se sabe si la han encargado o no). El bajo nivel de la segunda parte tiene que ver con la mala organización de las tramas ya que viendo como iban las historias en el penúltimo capítulo nadie se podía imaginar que sólo quedase uno. Se nota especialmente la falta de un par de capítulos que desarrollasen más ciertos acontecimientos (por ejemplo, OJO Spoiler hubiese estado ver bien cómo Rita se muda con Jane, algo más de celos de la novia de Billy y algún enfrentamiento más entre Jane e India por culpa de los diseños de Jeremy- Fin spoiler). Aún así, sigue teniendo la misma frescura que tenía en la primera parte y los personajes siguen siendo tan adorables/ hostiables como al principio. Además todo lo que cuentan sigue siendo muy típico de este tipo de series, pero a mí me gusta. Y como ocurrió con la primera parte, la moda sigue siendo un pilar fundamental y quienes nos gusta ese mundillo, podemos seguir disfrutando de la ropa que nos muestran así como de algunas otras cosillas relacionadas.
Sin duda, si renuevan por una segunda temporada (ojalá), muchas son las cosas que tiene que resolver y no me refiero precisamente a los cliffhangers que ha dejado, sino más bien a la hora de organizar las tramas y de equilibrar la intensidad de algunas para que los personajes no se conviertan en meras caricaturas de ellos mismos (o más de lo que ya lo son) ya que tan pronto están derrumabados como están felices y contentos y se les ha olvidado sus problemas. Por muy serie teen que sea, hay cosillas como éstas que se deben cuidar.
En definitiva y haciendo una valoración global, es una serie simple, pero entretenida y divertida, que me ha hecho pasar muy buenos ratos en los que simplemente quieres sentarte y relajarte a ver una serie no complicada. Pero además me ha resultado una herramienta ideal para mejorar el inglés. Para aquellos que estamos aprendiendo inglés a través de las series, es muy buena para verla en versión original sin subtítulos o con subtítulos en inglés, ya que no tiene un vocabulario técnico y se entiende bastante bien. Al menos a mí me lo ha parecido que tengo un nivel medio de inglés así que siempre es de agradecer que haya este tipo de series para este cometido.
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