(OjO: si no tienes un abogado que te defienda de los spoilers, no sigas leyendo)
Como ese vino de 8.000 dólares que se bebía Will, The Good Wife ha necesitado un tiempo para airearse y coger cuerpo para poder saborearlo en toda su plenitud. Atrás queda esa sensación de "otro procedimental de abogados más", porque ahora que ha finalizado la temporada podemos decir precisamente que no estamos ante "otro procedimental de abogados más". The Good Wife es mucho más que eso, casi la podíamos calificar como un drama en toda regla en la que los casos no son más que la botella que recoge lo importante. Han sabido calibrar perfectamente los casos jurídicos con las intensas relaciones de los personajes. A priori se le podría achacar que la mayoría de casos se han resuelto a favor del bufete de abogados, pero sólo es una técnica para no desviar la atención sobre lo que realmente importa: los personajes. Aunque sí hemos visto pequeñas pinceladas en las que no sale todo bien para el bufete o para la moral. Precisamente en el capítulo último, Alicia se cuestiona el deber de un abogado: ¿cliente o verdad? Su primera parte fue correcta. La presentación de los personajes era el objetivo final para luego profundizar en una trama llena de recovecos, intrigas y misterios. Pero ya es hora de destapar la última botella y bebamos ese delicioso vino que nos ha brindado el último capítulo:
Cerrar la temporada con el mismo escenario con el que empezó puede parecer que no hemos evolucionado, pero nada más lejos de la verdad. Sí, es el mismo escenario, pero los personajes ya no son los mismos. Peter ha demostrado ser un tiburon elegante que se sabe las reglas de la diplomacía a la perfección. Con su sonrisa matadora y su instituto ambicioso, la carrera política es su escenario preferido. Aunque parece ser que ya no querrá líos de faldas, porque ha rechazado la invitación de la camarera. Ayudado por un increíble Eli Gold, finalmente se presentará como firme candidato, pero para ello necesitará la ayuda de Alicia, que como buena esposa no podrá rechazar. Ahí estará con su marido, aunque en su mente y ¿quizás en su corazón? tenga a Will, porque con el único que se quita esa coraza de seriedad y compostura es con él - interesante el coqueteo que tienen en la cena de la pizza-. Por eso, cuando instantes antes de salir delante de toda la prensa Will la llama el rictus de su cara cambia. Ahora bien, sabe que no se puede tirar al vacío sin paracaídas. Muestrame el plan le dice sin rodeos Alicia a Will.. La poesía es fácil, las reuniones entre padres y profesores son díficiles. Vamos, que hay que tener todo bien atado para no hacer daño a los niños ni para que la prensa se entere. Ya no es la Alicia que conocímos al principio. Quizás algo predecible este cliffhanger pero como lo han contado con tanta maestría no importa lo más mínimo.
La serie ha girado casi en su plenitud en la familia Florrick, pero quien ha llegado a brillar e incluso en parte eclipsar es Kalinda. De ella nada conocíamos al principio de la serie y prácticamente ahora tampoco sabemos muchas más cosas de ella. Sólo las poquitas que nos han dejado saber. Siempre se ha mostrado misteriosa, intrigante, inteligente, fascinante, ambigua, incluso en su orientación sexual porque es con lo que más han jugado los guionistas hasta tal punto que ni al final lo han aclarado. ¿O sí? Quizás es bisexual o quizás no, porque sigo sin entender porque dejan caer un beso con la agente federal sólo mostrandonos el acercamiento de sus pies tras la persiana. ¿Quieren seguir jugando esa baza en la segunda temporada? Lo que está claro es la intensa unión que tiene con el policía Anthony. En capítulos anteriores, intuimos que algo pasó entre ellos más allá de esos intensos besos que vimos. Ese encuentro más corto o más largo le ha pasado factura a Kalinda porque si no no le hubiese pasado el nombre del soplón para que él limpie su carrera. Conociendo lo poco que sabemos de Kalinda, es muy selectiva así que si ha dejado entrar a esa persona, la protegerá hasta el final.
Otra secundaria que es de lujo es Diane que poco a poco ha ido ganando protagonismo. No sólo es la jefa y mentora de Alicia, sino que es una abogada increíble. Su trama con Kurt se antoja bastante interesante, al menos porque sabremos algo más de ella. Y el que creía que no volveríamos a ver ha aparecido en este último capítulo. Cary, tras no ser elegido como abogado del bufete, no pierde el tiempo y ya ha encontrado trabajo cuyo primer caso es enfrentarse a sus antiguos jefes. Algo rencoroso, especialmente con Alicia, muestra una agudeza inesperada a lo que Will se plantea si tomaron la decisión correcta, a lo que Diane le contesta que no necesariamente porque hay que ver cómo juega contra ellos, por lo que la segunda temporada en este punto puede ser muy interesante.
Ya no nos queda vino para una copa más. Un vino que se ha convertido en una de las series revelaciones de la temporada junto a Community y Glee. Estoy convencida de que las uvas del triángulo amoroso entre Will, Alicia y Peter, la carrera política de Peter, Cary en el otro bando, Kalinda y su misteriosa vida, Kalinda y Anthony y otras muchas más semillas nos darán una cosecha el año que viene tan buena como ésta consiguiendo que la botella supere el precio de la actual. Empezaré ahorrar ya mismo porque en septiembre pienso comprarmela.
6 comentarios:
Chapó. No puedo añadir nada más, porque ya lo has dicho todo en la entrada. Ahora, a esperar las nominaciones a los Emmy. Creo que Margulies puede dar caña y, por tirar por lo alto, espero a TGW en la categoría de mejor serie dramática. Como bien dices, es que no es sólo una serie de casos, es un drama de los grandes y, como me gusta llamar a algunos pocos elegidos, es un "procedimental elegante". Y, por eso, TGW me fascina tanto.
Un saludo!
Cada vez la trama se enrevesa más y más mientras los personajes crecen y crecen hasta hacerse insustituibles en la pantalla.
Lo mejor de todo es que cada personaje tiene trama para la siguiente temporada. Allí no se salva nadie.
- Elsa: Gracias. Yo también espero que se lleve algún premio o como mínimo nominaciones. A mí también me fascina.
- Satrian: Y que lo digas. Son insustituibles. No quiero ninguna baja y las altas tienen que estar muy estudiadas para no romper con la magia.
- Antara: No se salva ni uno, porque los que pensabamos que podían estar más tapados, también están ahí para sorprendernos.
Saludicos.
Con tantas series de hospitales y policias tenía olvidadas las de abogados. Tampoco necesito mucho para engancharme a una serie. Christine Baranski de continuo, Mr. Big... sólo una cosa ¿Alan Cumming sale disfrazado y excéntrico, para no variar?
Para mí de lo mejorcito este año. No no sale disfrazado, sino haciendo un papel muy bueno que es el de asesor político con todo lo que eso entraña: mentiras, engaños, pactos... Tiene todo para enganchar esta serie.
Saludicos.
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