El club secreto de las brujas

Nacer bajo la premisa de ser "una The Vampire Diaries de brujas" puede acarrear grandes prejuicios o ser una perfecta tarjeta de presentación. Así muchos hemos considerado al nuevo estreno de CW, The Secret Circle porque hay un argumento con peso para dicha asociación: las dos series están basadas en los libros de una misma autora, L.J. Smith. Pero más allá de ello y de que se emitan en la misma cadena, una y otra serie poco o nada tienen que ver. Sí, vale, están basados en cosas sobrenaturales y son juveniles, pero poco más, al menos de momento.

The Secret Circle cuenta la historia de una joven de 16 años Cassie que tras la muerte de su madre y trasladarse con su abuela al pueblo donde creció, descubre pronto sus poderes gracias a otros cinco chavales, también con poderes, que quieren completar así el círculo y potenciar su artes mágicas. Pero no todo será tan maravilloso como creen, ya que lo tendrán que mantener en secreto porque la magia está prohibida desde hace 16 años cuando hubo un terrible accidente en el que murieron varias personas, incluidos algunos padres y madres de nuestros seis adolescentes.

Si el primer vistazo de The Vampire Diaries fue totalmente nefasto, aunque no para mí, The Secret Circle tiene una presentación algo más correcta. Con una primera escena en la que ponen todas las cartas sobre la mesa, bastante impactante, luego se adentra en la presentación de Cassie, interpretada por Brit Robertson, nuestra odiada-amada Lux (de la serie Life Unexpected), lo cual para muchos puede ser un handicap. Yo no le cogí ninguna manía a la actriz, pero puede que sí me ocurra con el personaje de Cassie que tiene poca fuerza como para ser la protagonista de la serie y puede llegar a ser algo insulsa (al margen de las dotes interpretativas de la actriz). Otro de los fallos se hallan en el galán de la serie, que ni física ni emocionalmente despierta mucho interés. No obstante, sí hay dos personajes que llaman mucho la atención y que pueden salvar la serie. Por un lado, Phoebe Tonkin, una de las sirenitas de H2O, que hace de la rebelde Faye, que sueña con ser una bruja poderosa y que juega con la línea del bien y del mal. Por otro, Gale Harold, el profesor y abogado de Hellcats. 

Si antes decía que la primera escena era bastante sobresaliente, el resto del capítulo se mantuvo en una línea bastante notable, aunque sí esperaba hacia el final un cierto subidón, ya que las escenas así lo requerían. No obstante, aunque correcto, quedó un poco soso. La presentación de la trama así como del misterio y las incógnitas está bien lograda, lo cual resulta un piloto muy entretenido. Además la música está bien utilizada y como ya ocurriese con su hermana mayor, con grupos pop desconocidos pero muy pegadizos.

En definitiva, una serie teen con toques sobrenaturales, es decir, en las que tiene que conjugar los líos amorosos con la magia. Si consigue acercarse a las alegrías que nos da The Vampire Diaries (igualar o superar es casi imposible, no nos engañemos), podemos estar ante una de las series más entretenidas de esta temporada. Los ingredientes los tienen, sólo es cuestión de que los sepan mezclar bien. Yo al menos cataré esta temporada.