martes, 22 de enero de 2013

Los sentimientos a flor de piel

(OjO SPOILERS LA QUINTA TEMPORADA DE FRINGE)


Fringe ha sido la serie que más he disfrutado en los últimos años. Comenzó con ese primer año tan autoconclusivo y frío y con poco que destacar más allá del puro entretenimiento y alguna base importante como que Olivia había sido objeto de experimentos y con un incongruente John Scott del que afortunadamente todos nos olvidamos. No obstante, fue ya en la segunda temporada cuando se empezó a construir el verdadero universo de Fringe, dándonos una segunda parte y posteriormente un primer tramo de la tercera temporada magistrales, con los saltos de universo y los personajes-nate. Sin duda, de mis partes favoritas de la serie. Pero la espada de Damocles de la cancelación siempre ha estado sobrevolando sobre la cabeza de Fringe, de ahí que esa cuarta temporada tuviese apuntes de convertirse de ser el final y efectivamente, en cierta forma así fue, dando carpetazo a la historia de los dos universos que habíamos conocido en las anteriores temporadas. Sin embargo, llegó un regalo extra en forma de 13 últimos capítulos, un bonus track. Siendo que la trama importante estaba concluida, había que sacar de la chistera algo nuevo e interesante. Y sin duda acertaron con la trama de la quinta temporada.

La quinta supone un reseteo en cierta forma, pero manteniendo la idea básica de la serie. Aunque los primeros capítulos fueron algo desconcertantes ya que nadie sabia de que iba la cosa hasta que se llegó al punto culminante de la muerte de Etta, que supuso todo una revolución. No obstante, después de eso noté cierto salto en los últimos capítulos, como si se necesitasen algunos capítulos más en cuanto a esa parte final con el pequeño September y el resto de observadores. Sin embargo, como nunca ha sido mi motivación por ver la serie para elaborar teorías y crear quebraderos de cabeza, no me ha molestado demasiado. No me importa que haya incongruencias o agujeros, algo por otro lado imposible de controlar con viajes y paradojas temporales. Lo cierto es que al final lo que importaba era saber si iban a vencer a los observadores y poder volver a estar con Etta. Ahí, el protagonista ha sido Walter con su sacrificio final y es que nadie podía imaginar un final feliz, no hubiese sido justo. Walter siempre ha llevado en su mochila la culpabilidad y la mejor ocasión para expiarla era precisamente esa, devolver a Peter la posibilidad de tener una familia, de poder volver a tener a Etta en sus brazos. De ahí, esa increíble escena con el video en el que le explica a Peter sus planes, una escena que me ha conmovido hasta tal punto de derramar unas lágrimas.

Todas las series de ciencia ficción se caracterizan principalmente por revestir en un escenario futurista, científica y demás los sentimientos más naturales de toda la vida. Por mucho que veamos cosas increíbles o naves espaciales, los sentimientos humanos siguen siendo los mismos, son el único motor de la vida, y Fringe no ha escapado de ello. Si se ha caracterizado por algo a lo largo de sus cinco temporadas es que todo tenía relación con los sentimientos y la familia desde los casos autoconclusivos hasta la trama de fondo, pero además es que a los telespectadores les ha movido en sus sentimientos desde la alegría en su visionado hasta el enfado cuando no aportaba lo que uno quería. Han sido esos sentimientos los que han movido todas las tramas tanto en la serie "normal" con la pérdida de Peter por parte de Walter hasta en el "bonus track" de esta quinta temporada con la pérdida de Etta por parte de todos. Analizando estos últimos trece capítulos no han sido tan diferentes a lo visto en las cuatro temporadas anteriores. Bueno, lo más acertado es decir las tres anteriores, ya que la primera para mí es algo totalmente diferente.  En ambas el motor de las grandes tramas ha sido la pérdida de un hijo, más allá de Massive Dynamics y sus experimentos o los observadores. Ese sensación de que sobrevivir a un hijo es la idea subyacente en las dos Fringe y además, la reacción en ambas tampoco dista mucho de sí. Si en la primera Fringe vimos como Walter se enfrentaba a la muerte de Peter secuestrando al Peter del otro lado y luchando para que Walternate no se lo quitase (evitando así una guerra entre ambos mundos); en la Fringe "bonus track" es la reacción de Peter lo que interesa, si bien la intentan esconder un poco con el objetivo final de hacer desaparecer a los observadores. Peter no le importa jugarse su vida con total de poder volver a recuperar a Etta.

En conclusión, Fringe se ha descubierto como todo un drama familiar revestido de toques de ciencia ficción. Los personajes, sus emociones, sus motivos para hacer según que cosas, especialmente las controvertidas, y las reacciones han tenido un punto en común: la familia. Lo importante en la serie ha sido siempre las relaciones familiares, cómo interactuaban todos ellos, con sus decepciones y sus reconciliaciones. Pero sobre todo, cómo se reacciona ante la muerte de un hijo y qué seríamos capaces de hacer para recuperarlo. Esta esencia se ha mantenido inalterable a lo largo de sus cinco temporadas y por eso yo me siento tan feliz con ella, más allá de que haya preguntas sin contestar o incongruencias. Y por eso la echaré tanto de menos.


Imágenes de Zona Fringe




1 comentario:

satrian dijo...

Yo la echaré mucho de menos, sus personajes me han calado hondo, y a saber cuando volvemos a tener una serie de ciencia ficción tan arriesgada y de calidad.