¿Ser o no ser una buena esposa?

(OjO: Se trata de una entrada sin spoilers, salvo uno chiquitín si se le puede llamar así, pero prefiero avisarlo antes para que luego no me metáis en juicios y tenga que llamar a Alicia para que me saque de la cárcel).

Cuando hablé de las mujeres en las series de televisión, me dí cuenta que no había hablado del gran drama de esta temporada: The Good Wife. Es más,  han sido muy pocos los que le han dedicado una entrada. La verdad es que no entiendo muy bien el por qué. Bien es cierto que no la comencé en otoño con su estreno, sino que al ver que varios la alababan en Twitter, en Navidades con el parón, me animé a verla. Y no me arrepiento. Los 10 primeros capítulos los ví en una semana. y me fascinaron. Pero vayamos por partes.

Protagonizada por Julianna Margulies, The Good Wife toma como inspiración, entre otros, el caso de Eliot Spitzer — ex gobernador de Nueva York, protagonista de un escándalo relacionado con prostitución —. A pesar del escándalo en el que se vio envuelto el político su esposa, Silda Wall, siempre estuvo a su lado, manteniendo la imagen de la buena mujer. Julianna Margulies, que por cierto ganó un Globo de Oro por este papel con sólo unos pocos capítulos (olé por esta actriz), interpreta a una mujer valiente, esposa y madre, que cuando su marido acaba en la cárcel por un escándalo sexual y de corrupción política, se incorpora al mundo laboral. Por eso, retoma su carrera como abogada en un prestigioso buffet que lleva Will Gardner, compañero de carrera, junto a Diane Lockhart, aunque tendrá que empezar desde abajo así que deberá enfrentarse a los jóvenes, en especial a Cary, pero también contará la ayuda de Kalinda, la dura investigadora de la empresa.

Siendo de abogados, ya me tenía bastante ganada pero luego me sorprendió las intensas relaciones que se entablan entre los personajes. La protagonista principal es Alicia Forrick, interpretada magistralmente por Julianna Margulies. Consigue con el lenguaje verbal y no verbal un retrato conmovedor de una mujer que tras dejar su carrera en pro de la de su marido, tiene que coger las riendas de la familia, volver al duro mundo laboral y pelear con el escándalo que supone el encarcelamiento de su marido. Muestra una mujer fuerte, segura e inteligente. En esta situación, un antiguo compañero, Will,  el cual parece tener un claro atracción amorosa hacia ella, la contrata en su bufete. En sí, es un personaje algo aburrido que sólo depierta cierto interés cuando quiere aprovecharse de Alicia, aunque algo oscuro parece ceñirse sobre él ya que la sospecha sobrevuela cualquiera de sus acciones. La protagonista que llevaba mucho tiempo sin ejercer tendrá que competir con el resto de recién licenciados, en especial con Cary, interpretado por Matt Czuchry, con el cual me he reconciliado ya que le cogí mucha manía en su papel de Logan en Las Chicas Gilmore. Su jefa, Diane (Christine Baranski) es dura con ella, porque no quiere que Alicia se duerma en la parra (por cierto, ya sé como llamaré a mi próximo perro, Justicia ^^). Me gusta esta jefa. Sabe lo quiere y sobre todo lo que ocurre a su alrededor. Es igual que el resto de mujeres de la serie: inteligente, fuerte e íntegra. Pero además de tener que enfrentarse de nuevo al trabajo, Alicia tiene que lidiar con lo ocurrido con su marido, Peter (Chris Noth, conocido por ser Mr. Big en Sexo en Nueva York). Lo curioso de todo es que me cae bien. Sin saber del todo si es culpable o no, aunque algo parece que sí es, es un personaje que me despierta simpatías, que lucha a su manera por demostrar su inocencia y que no tiene dudas en ayudar a su esposa en todo lo que pueda, en una forma de redimir aquellas infidelidades que cometió. Porque no es sólo una serie procedimental en el que cada semana se resuelve el caso de turno, detrás se esconde toda la trama política ya que si algo sabemos de EEUU es que la justicia está muy politizada y la serie se aprovecha de esos dimes y diretes. Cada vez se pone más interesante y (OjO aquí va el spoiler) nunca mejor dicho tras la entrada de Alan Cumming interpretando a Eli Gold que ayudará a Peter a saber quién conspira contra él (Fin del spoiler).

No es sólo la típica serie de abogados, sino que tiene un perfecto equilibrio entre los casos jurídicos, la trama pólítica y las relaciones personales. Se le podría achacar que todos los casos se resuelven de forma positiva para el despacho, pero ello es sólo una forma de no desviar la atención sobre los otros campos y es que una de sus grandes bazas es saber enlazar con habilidad las tramas personales con los casos jurídicos. The Good Wife nos presenta un interesante elenco de ricos personajes suficientemente atractivos para dejar en un segundo plano los casos judiciales.

Sin hacer mucho ruido, sin una gran campaña publicitaria detrás y quizás sin un punto de partida muy original, se ha convertido en uno de los grandes dramas a tener en cuenta en esta campaña. Se apoya en un triángulo poderoso: en pimer lugar, tiene una trama que promete giros, engaños y mentiras de la que poco a poco vamos sabiendo más y que en el fondo me daría miedo si me tuviesen que juzgar en esos tribunales. Junto a ella, unos fuertes personajes que nos dejan con un buen sabor de boca y finalmente unos casos que aunque no sean el mejor reclamo acompañan muy bien y hacen de The Good Wife una serie altamente recomendable.

PD. Si sois seguidores seguro que tenéis cara de ¿dónde está Kalinda? Pues resulta que me he emocionado tanto al escribir sobre ella que para que el post no fuese muy largo, he decidido dedicarle una entrada propia porque se la ha ganado episodio a episodio así que en breves la tendréis. Paciencia, pequeños saltamontes ^^