sábado, 23 de abril de 2011

La familia que sufre unida permanece unida

(OjO si no sabes qué ha ocurrido con los Braverman, no sigas leyendo. 
Spoilers hasta el 2x22 de Parenthood)

Allá por el mes de septiembre escribía que  "El episodio (2x01) demostró que siguen aprovechando muy bien sus bazas: saber darle una importancia equitativa a cada una de las familias, aprovechan sus singularidades para crear tramas acordes e interesantes y combinar las situaciones cómicas con las dramáticas. Sólo espero que sigan así toda la temporada". Sin embargo, no lo han hecho. Esta semana acabó su segunda temporada sin saber si renovaba o no y me da a mí la impresión de que los guionistas ante esa incertidumbre decidieron darnos un capítulo que sirviese para ambas posibilidades. En sí, el último capítulo fue bastante bueno; sin embargo, no puedo dejar pasar todos esos capítulos aburridos y tostones. De los tres halagos, sólo el primero de ellos han sabido mantener, ya que los otros dos los dejaron en el camino. Esta segunda temporada nos ha traído, en general, tramas repetitivas, esperables y soporíferas y, por otro lado, se han decantado por un lado más dramático en el sentido de más sufridor.

Mi familia favorita siempre ha sido Julia, Joel y Sidney, aunque no han tenido un protagonismo comparable con el resto de familias. Tuvieron que lidiar con su hija superdotada que quiso ser vegetariana así que se las tuvieron que ingeniar para que no se enterase de ciertas cosas, como cuando decidieron tener otro bebe. Sin embargo, como ya he dicho, no todo podía ser felicidad y Julia tendría problemas para quedarse  embarazada, aunque finalmente deciden adoptar. Creo que es el final perfecto para ellos.


La otra hermana, Sarah, también ha tenido sus conflictos. La madre ha pasado de ser oficinista (¿o qué era realmente en la empresa de zapatillas?) a ser camarera a ser escritora. Además de lidiar con sus propios líos sentimentales con el exjefe de Adam y con el profesor, ha tenido que enfrentarse a la vuelta de su ex, que sirvió para dar cierto protagonismo a Drew. Este chico desaparece y nadie nos damos cuenta. Pero sin duda, quién más ha protagonismo ha tenido ha sido Amber. Tuvo una fuerte crisis con la llegada de su padre y su intención de ser cantante, pero sin duda el hecho de no entrar en ninguna universidad fue lo que más le marcó hasta tal punto de volver a fumar y beber hasta terminar teniendo un accidente de coche del que afortunadamente salió bien parada, pero muy tocada psicológicamente. Yo confiaba en que Amber había dejado esa etapa oscura, pero a los guionistas les gusta que sufra y mucho.



El tercer hermano, Adam, tampoco ha salido bien parado. Tras tener dos jefes distintos, acaba despedido el mismo día que su mujer le comunica que está embarazada. Pero antes de esto, tuvo que lidiar con que su hijo, Max, se enterase de que tenía Asperger y con su hija, Haddie y su novio, Alex. En cuanto a lo primero, ha estado muy bien como lo han tratado y quizás ha sido de lo más interesante de toda la temporada. La trama de Haddie empezó con un enfrentamiento total por parte de sus padre que provocó que la chica se escapase de casa para acabar con un aceptamiento total de la relación (incluída relaciones sexuales). Mucho topicazo, pero que nos regaló algunos de los capítulos más interesantes.

Y por último, la trama del que peor me cae, Crosby. Ni lo aguanté en la primera ni en la segunda. Me ha parecido tan previsible su historia que por eso supongo que me ha cansado tanto. Cuando todo parecía indicar que había madurado, va él y la caga liándose con Gaby, la terapeuta de su sobrino. ¿Alguno no se lo había imaginado? Aunque al final, parece que vuelve a aparentar que ha dado un paso comprando una casa para su familia y que Jasmine le da una nueva oportunidad. Jabbar que era un encanto se ha convertido en un monstruito, algo insolente y pesado.


¿Y Camille y Zeek? Prácticamente nunca tuvieron una historia propia que contar, más allá de la pintura o de  entrometerse en las vidas de sus hijos.

En definitiva, una temporada bastante floja que ha tenido episodios en los dos extremos: muy buenos y muy malos. Que durante mucho tiempo me dio pereza verlos y los fui acumulando hasta que hace unos fines me puse al día. Sí, el final estuvo bien, pero no lo suficiente como para si renuevan ver la tercera temporada y más sabiendo el poco tiempo que tendré a partir de septiembre, hay otras muchas más que se han ganado mi atención.

4 comentarios:

Fhilippos dijo...

Muy de acuerdo con todo lo que dices. En términos generales la temporada ha sido floja tirando a mala. Tuvo demasiados episodios en los que sólo querias matar a toda la familia con una muerte lenta y muy dolorosa. Luego, de vez en cuando, colaban un episodio bueno y, por suerte, los últimos fueron bastante buenos (especialmente el final).

Uno de los personajes que más evoluciona en la serie es Julia. En la primera temporada era un personaje totalmente prescindible y aburrido (o lo eran sus historias) y en esta temporada se situó entre mis favoritos, junto a Sarah por supuesto.

No sé si renovará o no. Personalmente, y teniendo en cuenta como va la NBC, creo que lo hará. Si no lo hace, no la echaré de menos.

satrian dijo...

La temporada ha tenido demasiados altibajos, más de los segundos pero el final me ha parecido emotivo, y tiene varias escenas con sus diálogos correspondientes muy buenas, como el comienzo del capítulo por poner un ejemplo.
Yo espero que renueve.

LiPooh dijo...

- Serieina_Felipe: A mí Julia me gustaba ya en la 1, pero en esta segunda ha estado muy bien. Miedo me da si la renuevan porque a saber qué desgracias les va a tocar a los Braverman.


- Satrian: Exacto. Ha tenido algunas cosas tan buenas, que aún no me explico porqué tuvo cosas tan malas también.

Saludicos.

Fon dijo...

A mí no me ha parecido tan mala esta temporada. Creo que el problema de base es que endiosamos demasiado la primera temporada; vale, estuvo muy bien, pero igual no fue tan maravillosa como pensamos. Y te lo digo yo, que me gustó mucho la primera temporada, y esta segunda, con sus epis más flojos, me ha parecido muy bravermaniana. Si renueva, yo seguiré con ellos. Si no lo hace, me dará penita.