Ya sé lo que vamos a hacer hoy

Hace un par de años, Disney Channel apostó por una serie animada distinta, alejada de lo que estamos acostumbrados, una serie disparatada y divertida: Phineas & Ferb. Cuando la menciono, me doy cuenta de que gusta tanto a mayores como a pequeños. Y es que en su humor radica su genialidad. Somos muchos los adultos que la vemos, no la seguimos a ritmo de emisión, pero ojo como nos la encontremos que ya estamos tirados en el sofa viendo un capítulo.

¿Por qué le dedico una entrada? Porque 1) es una serie y aquí se habla de series; 2) porque me gusta mucho y es que de vez en cuando viene bien desconectar un poco de tanta serie "adulta" y disfrutar como un niño; 3) porque generalmente las series animadas tienen poca cabida en los blogs, pero también merecen su reconocimiento.

Para quien no la conozca, la serie cuenta las aventuras de dos hermanastros, Phineas y Ferb, dos chavales que quieren disfrutar al máximo de sus vacaciones de verano así que con su ingenio y su inteligencia inventan artefactos de lo más curioso y raro para vivir increíbles aventuras. Su hermana mayor Candace siempre tratará de descubrirles chivándose a sus padres, aunque nunca lo conseguirá. A pesar de ello, Candace participa en las aventuras e incluso disfruta de ellas y consigue estar cerca del chico que le gusta. Junto con esta trama, está otra protagonizada por la mascota de la familia, Perry el ornitorrinco, que oculta una doble vida como agente secreto - el agente PI- detener al “malvado” Doctor Heinz Doofeshmirtz, quien realmente es un científico loco que quiere acabar con la ciudad. Las dos tramas están muy bien intercaladas así que ninguna es pesada. Además estoy segura que las dos por separado no terminarían de cuajar.

Combina a la perfección la orientación a todos los públicos, no olvidemos que es una serie de Disney, con la irreverencia y agudeza de sus gags. Es increíble la imaginación que desbordan los guionistan que en cada capítulo se superan creando situaciones de lo más absurdo para arrancarnos unas cuantas sonrisas. Además los guionistas han trabajado en Padre de Familia y los Simpson, así que siempre se nota cierta influencia en el humor dirigido a los adultos. La serie no decae, sino que sigue manteniéndose fresca como el primer día. El quid de la cuestión es la ironía que desbordan en cada una de las escenas. Tratan temas serios pero con mucha naturalidad como el hecho de que los protagonistas sean hermanastros: Phineas es el hijo de Linda Flynn, el hermano de Candace Flynn, mientras que Ferb Fletcher y el hijastro de Lawrence Fletcherd. Lógicamente si no la has visto, puedes pensar que son la típica familia norteamericana, pero no es así sino que en realidad son dos familias que se han unido por el matrimonio de los padres.

La serie tiene un fuere contenido musical. No sólo en cuanto a la banda sonora se refiere, sino también protagonizando auténticos números musicales. Las canciones abarcan muchos estilos, aunque el que más abunda es el pop. Aquí os dejo con uno de mis preferidos:

En fin, aunque sea una serie dirigida especialmente para los pequeños que disfrutarán de las peripecias de los personajes, los mayores también pueden pasarselo bien con su ingenioso e inteligente humor. Una serie que además es procedimental, es decir, con un planteamiento, nudo y desenlace en el propio capítulo, por lo que no es necesario verla seguida y tampoco pasa nada si te has perdido algún capítulo.