miércoles, 23 de junio de 2010

¿Es la guerra? Que se ponga


No me gusta el género bélico en general. Generalmente suelo huir de él. La verdad es que no sabría decir muy bien el porqué. Sin embargo, cuando hay algo de calidad mi sentido de la curiosidad al menos se despierta y me dice que llame para entablar una interesante conversación. Descolgué el teléfono y me puse hablar con Hermanos de Sangre y The Pacific. Vienen de la mano de la cadena estadounidense HBO, todo un referente de las series de calidad y que se está convirtiendo en una de mis favoritas, y han sido producidas por Tom Hanks y Steven Spilberg, lo cual asegura ante todo una producción muy bien cuidada. La primera de ellas narra la historia de la Easy Company, un batallón americano del regimiento 506 de paracaidistas que luchó en Europa durante la II Guerra Mundial. Estos soldados eran la élite y sus vidas llegarían a ser una leyenda. Mientras la segunda cuenta también en diez episodios la intervención estadounidense en el Océano Pacífico a través de tres personajes, Robert Leckie, John Basilone y Eugene Sledge.

La guerra es dura, lo sabemos, pero aún así no escatiman en mostrárnoslo. Nos ofrecen un relato épico, sangriento y con aspiración de universalidad puesto que podía estar perfectamente ambientado en cualquier otra guerra. Los efectos especiales son tan espectaculares que te trasladan a un escenario oscuro y amargo. La serie es violenta “como la guerra”, pero su uso no es gratuito, ya que su único fin es mostrarnos cómo afecta a los personajes. No hay una visión edulcorada de la realidad. Por eso, aunque haya escenas que puedan impactar, todo tiene un sentido. Además, en esta realidad no tiene cabida la crítica. No importa si es justa o no, aunque a veces haya una sutil posición hacia ella. Lo que importa es el profundo y complejo viaje de los jóvenes soldados a la batalla.


Porque son ellos los verdaderos protagonistas. Sus emociones, su miedo, su desesperación, su valentía, su amistad, su amor son el centro de atención de las dos series. La batalla no sólo deja víctimas y heridos físicamente, sino también emocionalmente. La lucha se convierte en un mal menor porque todos tienen algo en común: la degradación del alma. Da igual como fueses antes porque la guerra te cambiará. La muerte de compañeros, las propias heridas, la desolación marcarán a nuestros protagonistas. Además tendrán que adpatarse al mundo real como mejor puedan tras haber visto lo peor del ser humano. Especialmente esto se comprueba con el personaje de Sledge en The Pacific (mi favorito) que de ser un chico simpático, bueno y agradable, poco a poco se convierte en alguien más sombrío y cerrado. Quizás en Band of Brothers esto no sea tan palpable porque si algo se le puede achacar a esta fascinante serie es la pluralidad de personajes lo que implica que la mitad del tiempo estés poniendo cara a todos los nombres en vez de apreciar el relato. Este fallo fue resuelto en The Pacific donde la acción narrativa se centra en tres personajes. 

Cada episodio empieza con fragmentos de testimonios reales de los verdaderos protagonistas, con la particularidad de que no sabemos quien es quien hasta el último capítulo. Ello permite al telespectador jugar al quién es quién. Lo más destacable es que reconocen sus errores, sus hechos poco elogiables, pero ante todo el cariño hacia sus compañeros porque quien lucha en la batalla con él se convertirá en su hermano. La complicidad que se crea entre los compañeros es única.

Cuando se empezó a rodar Band of Brothers, todo el reparto era bastante desconocido. El único que en aquella época, 2001, era fácilmente reconocible era David Schwimmer, Ross en Friends. Al parecer Spielberg y Hanks prefirieron gastarse el dinero en otros ámbitos que en contar con un elenco reconocible y que podía despistar al telespectador. Sin embargo, tuvieron buen ojo, porque nueve años después son muchas las caras reconocidas para un seriefilo: Scout Grimes (ER), Damian Lewis (Life), Ron Livingston (Standoff), Michael Cudlitz (Southland), Kirk Acevedo (Fringe). Lo mismo han debido pensar para The Pacific, que quitando un par de actores, el resto es poco conocido, aunque se les augura una buena trayectoria interpretativa.

Por último, en las dos series destacan sus bandas sonoras. Michael Kamen (que falleció en 2003) y Hans Zimmer logran darle mayor intensidad y emoción a las miniseries con unos magníficos temas que ponen la guinda al pastel a las dos series bélicas por referencia.

A pesar de que no me gustó Salvar al soldado Ryan, estas dos series bélicas me han puesto la piel de gallina con un relato estremecedor y emocionante de la guerra. Spielberg creó un nuevo lenguaje con la película; sin embargo, éste fue haciéndose más profundo en Band of Brothers y lo ha terminado de perfeccionar con The Pacific. Dos series que no sabría decir cuál me ha gustado más, porque cada una es magnífica en su relato. Hay que reconocer que al verlas las dos juntas, al principio tenía algo de confusión; sin embargo, enseguida las diferencié. También este hecho me hizo disfrutarlas mucho más, porque sospechó que si las hubiese visto una después de otra, me hubiese invadido una gran pereza. A pesar de mi reticencia con este género, quizás vuelva a llamar a la guerra siempre que me encuentre con tan magníficos relatos como lo han sido The Pacific y Band of Brothers.




3 comentarios:

satrian dijo...

James Badge Dale ya ha enganchado con Rubicon así que imagino que es cierto que estas series te revalorizan.

Fon dijo...

Yo devoré BoB poco antes de empezar The Pacific, así que luego las emplamé y las disfruté casi de seguido. Y me encantaron (cabe decir que tampoco soy muy pro-películas bélicas, aunque eso ha cambiado ahora). De hecho, BoB ya la tengo en mi colección de series, para disfrutarla en VO.

RAVEN212 dijo...

Buenaaaas!! GEnial este post, ya tocaba que alguien le diera guerra a estas dos grandes series.

A mi BOB me gusto muchisimo mas que The Pacific, encontre a sus personajes mas cercanos, mas humildes, nose, quizas sea por ser otra guerra distinta, o por el poco tiempo que hace vi TP, reconozco igualmente que ambas son obras maestras, porque? Por todo, por historia, por lo que explican y por como lo explican, las batallas son epìcas, ver la cruda realidad de la guerra como si estuvieras en directo impresiona y mucho.

PArte negativa...m....que a veces el tufillo Spielberg se nota, me refiero a esas miradas de los soldados norteamericanos buscando en las de los soldados alemanes o japoneses la complicidad de...oh si yo soy solo un mandado, apiadate de mi, pero salvo ese tufillo patriotico norteamericano, es una obra maestra para mi.

Dos series que poblan mi balda de series con orgullo junto a grandes peliculas belicas.

Y luego la cantera de actorazos que han salido de aqui, ahora mismo recuerdo asi asi...a Charlie para Fringe de BOB y de TP pues a Lecki que ahora protagonizara la nueva serie de la AMC para agosto, Rubicon.

Mi abuelo adoraba este genero, y se que con estas series hubiera disfrutado como un niño. Un saludo niña!! nos hablamos!! :)