lunes, 2 de mayo de 2011

La corrupción de Bertomeu


El último éxito español, al menos en cuanto a crítica, ignoro en audiencia, viene de la mano de Canal +. Durante 8 semanas, nos ha ido involucrando en el mundo de la corrupción inmobiliaria española a través de la miniserie Crematorio. Basada en un libro de Rafael Chirbes, nos cuenta la historia de Rubén Bertomeu, un hombre de negocios hecho a sí mismo a base de trapicheos con la droga y los inmuebles. No sólo veremos cómo el ascenso y caída de Rubén, sino las consecuencias que ello se produce en su familia y en sus conocidos.

Dejando al margen la estúpida discusión de "otra serie española es posible" (sí, estoy totalmente en contra y algún día escribiré sobre ello), Crematorio es una serie que bebe literalmente de la HBO, especialmente de producciones como Los Soprano. Es una producción muy bien hecha en todos los aspectos: desde el guión hasta las localizaciones. En primer lugar, el guión es perfecto, muy cuidado. Desconozco hasta qué punto la serie resume al esencia del libro (me he propuesto leerlo este verano), pero todo queda muy bien hilado. Quizás sólo en el tema de los flashbacks se le puede poner un pero y no tanto en su significación, que con ellos se consigue ver el punto de inicio de Bertomeu, sino quizás en su colocación en medio de ciertas escenas que quedan algo forzadas. Y en segundo lugar, se nota el alto presupuesto de la serie. La escenografía es de alabar, tanto en la utilización de las maravillosas vistas del Mediterráneo, como en otros detalles como la decoración de las casas o los vestuarios. 


Aunque se respira un aire de corrupción a lo largo de sus ocho capítulos, en ningún momento, te intoxicas con una dulcificación de los personajes. Ellos son como son: avariciosos, arrogantes, vanidosos y con una doble moral. Porque no sólo en el protagonista podemos hacer esa radiografía, sino también en su hija que encarna muy bien esa doble moral del dinero y los principios. Ella, a mi parecer, es el personaje más interesante de toda la serie, que capítulo a capítulo va alcanzando más importancia e, incluso, se podría continuar la serie con ella. Pero no nos engañemos, la serie deja bien claro en todo momento que no se juzga a los personajes, sino que muestra con cierto realismo cómo es la vida de ese particular entramado de corrupción política y económica. Se mueve magistralmente en los grises haciendo que ames a los personajes, pero odies sus actividades. En ello, además del guión, contribuye el incomnensurable trabajo de los actores, en especial de José Sancho, Alicia Borrachero y una sorprendente Juana Acosta, que consiguen meterte de lleno en esa vida.

Se trata en definitiva de una apuesta de calidad sobre un tema tan cercano pero a la vez tan lejano como es la corrupción española. El tema se plasma de manera convincente con unos grandes actores, un gran guión y una escenografía muy buena. Es, desde luego, una serie muy interesante de ver, que aunque el primer capítulo puede dejarte algo frío, al finalizarla sale muy satisfecho de haberla visto.

4 comentarios:

Atticus dijo...

Me quedo con esta frase, no podría estar más de acuerdo: "Se mueve magistralmente en los grises haciendo que ames a los personajes, pero odies sus actividades."
Pero amén a todo.
Se puede estar orgulloso de España esta vez.

Un telespectador más dijo...

Para mi lo más importante es algo que tu también destacas: el realismo que impregna toda la serie.

Todo un lujo de serie, ansío concoer tu opinion sobre la ficción española y debatir a gusto jeje

Saludos!

Fon dijo...

Qué grande ha sido "Crematorio". Me ha encantado de principio a fin. Mis personajes favoritos han sido Sarcós y Mónica, que a Juana Acosta la vi en Hospital Central y aquí me ha sorprendido gratamente. Sancho y Borrechero, enormes.

Adicto tv dijo...

Crematorio se ha situado en mi top five de series españolas. Como dices se nota el gran presupuesto, la calidad de los actores,y no había caído, pero sería una buena segunda parte protagonizada por Alicia Borrachero y Juana Acosta, que me ha encantado.